El Evangelio transformó la vida de Onésimo

El conocimiento de las enseñanzas de Jesucristo, sus obras y palabras, es decir el encuentro con el Señor Jesús, nos convierte de la condición de esclavos a la condición de hermanos, pues el Hijo de Dios nos hace también a nosotros hijos y cuando un esclavo pasa a ser hijo de Dios entonces es hermano de los hijos de Dios. Nos lo muestra claramente el caso de Onésimo, de quien san Pablo habla muy bien a Filemón al dirigirle una carta, la que hoy nos propone meditar la Liturgia del día en la primera lectura (Flm 7-20). El Apóstol le dice a Filemón "Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido".

¿Quién fue Onésimo?

Conozcamos primero a Onésimo, y para esto acudo a una breve biografía que encontré sobre este personaje citado por San Pablo.

«Onésimo era esclavo de Filemón, personaje importante de Colosa de Frigia, convertido al cristianismo por San Pablo. Cuando huía de la justicia, después de haber robado a su amo, Onésimo entró en contacto con San Pablo, quien se hallaba entonces prisionero en Roma. El Apóstol lo convirtió y bautizó y lo envió a la casa de Filemón con una carta de recomendación. Según parece, Filemón perdonó y puso en libertad a su esclavo arrepentido y lo mandó reunirse de nuevo con San Pablo. Según cuenta San Jerónimo, Onésimo llegó a ser predicador del Evangelio y luego Obispo de Efeso por orden del Apóstol Pablo. Posteriormente, Onésimo fue hecho prisionero y llevado a Roma, donde murió lapidado». (Fuente: http://bit.ly/1xkCpN7)

Evangelio que transforma

El punto que hoy me llama la atención es precisamente la transformación de Onésimo. Esto sucede porque San Pablo le presentó el Evangelio, le habló y le enseñó acerca de Jesucristo, esto fue lo que lo transformó. Onésimo huía de la justicia por haber robado a su amo, a Filemón. Pablo relata esa transformación "Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas". (Flm 10-12). El Evangelio transforma, Pablo evangeliza a Onésimo y luego de esa experiencia Onésimo es un hombre nuevo, se ha convertido en un seguidor de Cristo y se bautiza. Ahora es otro.

El perdón es una exigencia para los cristianos

Pablo envía a Onésimo de vuelta donde Filemón, quien fue su amo, y quien fue víctima del robo que había cometido. Pablo escribe a Filemón "Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano". Le pide que ahora lo trate como un hermano ya no como esclavo, pues los une ahora un lazo, no solo humano, sino hecho por el Señor.

Conclusión

Onésimo que vivía en condición de esclavo y culpable de un robo, se convierte, como fruto del Evangelio, predicado por Pablo, se bautiza y se hace hijo de Dios, en consecuencia hermano de los cristianos. Y llega a ser posteriormente un predicador del Evangelio.


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