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Mostrando las entradas etiquetadas como Cooperación

Ayudar a que reconozcan al Señor

Aquellos que reconocemos al Señor Jesús, como el discípulo amado que lo vio de lejos y le dijo a Pedro y a los demás que estaban con él en la barca "es El Señor", o como Juan el Bautista que ve pasar al Señor a lo lejos y le indica a sus discípulos "He ahí el Cordero de Dios", así nos corresponde ayudar a los demás, nuestros hermanos, a reconocerlo, debemos mostrarles quién es el Señor y señalarles donde está. Tenemos que ayudar a que reconozcan la visita de Dios, para que se conviertan y crean en el Evangelio y conozcan la Vida Eterna, la anhelen, se arrepientan de sus pecados con el Señor buscando vivir siempre en adelante aferrados a él. Éste es un camino que también es siempre el nuestro.

Negociad mientras vuelvo

El Señor nos ha pedido que trabajemos con los dones que Él nos ha dado a cada uno. Así nos debe quedar claro al escuchar y meditar el Evangelio que la liturgia nos propone hoy (Lucas 19, 11-28). Comencemos meditando en estas primeras líneas «"Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: "Negociad mientras vuelvo"». Ha dicho el Señor "negociad". El término negocio deriva de las palabras latinas "nec" y "otium", es decir, lo que no es ocio. Se entiende entonces como una ocupación, quehacer o trabajo con una utilidad. El Señor nos ha dado unos dones que debemos poner a trabajar, evidencia al holgazán, él pide nuestra cooperación con esos talentos recibidos, tenemos que ponernos a trabajar con lo que nos ha dado. Él volverá y nos preguntará qué hemos hecho con lo encargado.