Hacia los últimos versículos de la primera lectura [II Timoteo 3, 10-17] que nos presenta la liturgia de hoy nos encontramos con unas hermosas palabras sobre las bondades de ese conocimiento de la Sagrada Escritura que se logra a través de su lectura constante. "15 y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; 17 así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena". Y es importante resaltar esto dicho en el último versículo. Pues este ejercicio nos prepara para realizar una obra de bien, porque "es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón." (Hebreos 4, 12) Bened...