Uno de los desafíos diarios para el cristiano es integrar su fe con el trabajo. Las responsabilidades y tareas nos envuelven en un ritmo acelerado, pero nuestro interior tiene sed. Es como cuando practicamos ejercicio y el cuerpo clama por agua. Muy dentro de nosotros, apenas logramos escuchar una voz que pide un momento de pausa. Cada semana es una nueva oportunidad para crecer, servir y dar lo mejor de nosotros en nuestras labores diarias. Podemos comenzar con algo pequeño: meditar en una cita de la Sagrada Escritura que nos ayude a unir nuestra fe con nuestro quehacer diario. La Palabra de Dios nos ofrece una guía clara para vivir el trabajo como un acto de amor y servicio , poniendo siempre a Dios en el centro de nuestra jornada. Lunes: Encomienda tu trabajo al Señor Antes de iniciar cualquier tarea, es esencial poner en manos de Dios nuestros planes. El libro de los Proverbios nos recuerda: 📖 “Encomienda al Señor tus obras, y tus proyectos se realizarán”. (Proverbios 16:3) Cuan...