Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Fidelidad

¿Cómo podemos ser hombres y mujeres de Dios?

Para responder a esta pregunta encontramos una clave en la primera lectura que la liturgia nos propone el día de hoy, por lo que será bueno leerla antes de continuar ( Daniel 3: 14 - 20, 91 - 92, 95 ). Luego de hacerlo sigamos... Ser hombres y mujeres de Dios está relacionado al testimonio que debemos dar a los demás, es decir, son los demás quienes deben ver en nosotros, los bautizados, a personas que pertenecemos a Dios, y que lo manifestamos en las decisiones que tomamos, en las acciones que obramos, en las palabras que usamos, en las formas como nos relacionamos, en fin, en todo lo que hacemos. Así, ante la pregunta que nos planteamos ahora en esta meditación ¿Cómo ser hombres y mujeres de Dios? la respuesta, pues, la encontramos en la actitud de Sidrac, Misac y Abdénago. Estos tres personajes se niegan al mandato del rey Nabucodonosor, haciendo una firme opción de no venerar a sus dioses ni adorar la estatua de oro que había hecho, sabiendo que esa decisión implicaba la ...

El hijo y el esclavo

Hoy escucharemos del Señor Jesús esta enseñanza «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8, 31-32). En aquel diálogo le responden "nunca hemos sido esclavos de nadie ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?".  Nuevamente vemos que no entienden al Maestro, son palabras que no son acogidas, que como él mismo dice más adelante su palabra no penetra en ellos. Vemos en esta primera enseñanza un presupuesto para ser discípulos del Señor Jesús, mantenernos fieles a su Palabra, perseverantes en la escucha, la acogida y la concresión. Pero como la Palabra del Señor no es acogida ellos reaccionan ante algo que les incomoda, que el Señor les haya dicho que la verdad que él trae les hará libres, por eso responden a eso, ante lo cual Jesús responde dejándonos una enseñanza sobre lo que significa ser hijos y por otro lado ser esclavos. Hoy responde en el evangelio: «Os aseguro que quien comete pecado es es...

El mundo necesita de nuestro testimonio de fidelidad

Ante el testimonio de fidelidad de los servidores de Dios, Sadrac, Mesac y Abed, el rey Nabucodonosor termina exclamando "Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y prefirieron arrostrar el fuego antes que venerar y adorar otros dioses que el suyo." Sucedió que estos tres se habían negado hacer caso a la propuesta del rey de adorar a otro dios, que era una estatua de oro que había erigido, y como escuchamos o leemos en la primera lectura de hoy, Nabucodonosor se enoja y los manda a un horno con el fuego siete veces más fuerte de lo usual. Al ver a cuatro en vez de tres en el horno, diciendo "¿cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir nada?", es que el rey se admira. El testimonio de fidelidad al Señor Jesús ante los dioses que propone el mundo, tiene una fuerza arrasadora, esta fidelidad nace de la confianza que los tres siervos m...