Para responder a esta pregunta encontramos una clave en la primera lectura que la liturgia nos propone el día de hoy, por lo que será bueno leerla antes de continuar ( Daniel 3: 14 - 20, 91 - 92, 95 ). Luego de hacerlo sigamos... Ser hombres y mujeres de Dios está relacionado al testimonio que debemos dar a los demás, es decir, son los demás quienes deben ver en nosotros, los bautizados, a personas que pertenecemos a Dios, y que lo manifestamos en las decisiones que tomamos, en las acciones que obramos, en las palabras que usamos, en las formas como nos relacionamos, en fin, en todo lo que hacemos. Así, ante la pregunta que nos planteamos ahora en esta meditación ¿Cómo ser hombres y mujeres de Dios? la respuesta, pues, la encontramos en la actitud de Sidrac, Misac y Abdénago. Estos tres personajes se niegan al mandato del rey Nabucodonosor, haciendo una firme opción de no venerar a sus dioses ni adorar la estatua de oro que había hecho, sabiendo que esa decisión implicaba la ...