El hijo y el esclavo
Hoy escucharemos del Señor Jesús esta enseñanza «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8, 31-32). En aquel diálogo le responden "nunca hemos sido esclavos de nadie ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?".
Nuevamente vemos que no entienden al Maestro, son palabras que no son acogidas, que como él mismo dice más adelante su palabra no penetra en ellos.
Vemos en esta primera enseñanza un presupuesto para ser discípulos del Señor Jesús, mantenernos fieles a su Palabra, perseverantes en la escucha, la acogida y la concresión.
Pero como la Palabra del Señor no es acogida ellos reaccionan ante algo que les incomoda, que el Señor les haya dicho que la verdad que él trae les hará libres, por eso responden a eso, ante lo cual Jesús responde dejándonos una enseñanza sobre lo que significa ser hijos y por otro lado ser esclavos.
Hoy responde en el evangelio:
Entonces vemos que el esclavo es aquel que comete pecado y luego el Señor agrega que ése no se queda en la casa para siempre. El esclavo está aferrado al pecado, por lo tanto lo hace infiel, y como tal no permanecerá en la casa, se va detrás del pecado. Esto es lo que sucede en el mundo, el pecado arrastra como un lastre a muchas personas esclavizándolas y alejándolas de su hogar, se cultiva aquí las traiciones, infidelidades matrimoniales, vocacionales, mentiras, terminan alejándose del hogar que nos ofrece el Señor a todos.
El hijo
Sin embargo el hijo se queda para siempre, es el que si acoge la Palabra y se mantiene fiel a ella, el hijo ha sido liberado por el Hijo de Dios, que es el Señor Jesús, dice él que si él nos libera entonces verdaderamente hemos quedado libres. El hijo se acerca con corazón pobre siendo consciente de sus fragilidades y se acerca así al Señor para pedir que lo libere del a esclavitud para quedarse en casa, el hijo es consciente de sus limitaciones y acude a pedir liberación para poder seguir estando en la casa con el Señor.
Vemos en esta primera enseñanza un presupuesto para ser discípulos del Señor Jesús, mantenernos fieles a su Palabra, perseverantes en la escucha, la acogida y la concresión.
Pero como la Palabra del Señor no es acogida ellos reaccionan ante algo que les incomoda, que el Señor les haya dicho que la verdad que él trae les hará libres, por eso responden a eso, ante lo cual Jesús responde dejándonos una enseñanza sobre lo que significa ser hijos y por otro lado ser esclavos.
Hoy responde en el evangelio:
«Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres».El esclavo
Entonces vemos que el esclavo es aquel que comete pecado y luego el Señor agrega que ése no se queda en la casa para siempre. El esclavo está aferrado al pecado, por lo tanto lo hace infiel, y como tal no permanecerá en la casa, se va detrás del pecado. Esto es lo que sucede en el mundo, el pecado arrastra como un lastre a muchas personas esclavizándolas y alejándolas de su hogar, se cultiva aquí las traiciones, infidelidades matrimoniales, vocacionales, mentiras, terminan alejándose del hogar que nos ofrece el Señor a todos.
El hijo
Sin embargo el hijo se queda para siempre, es el que si acoge la Palabra y se mantiene fiel a ella, el hijo ha sido liberado por el Hijo de Dios, que es el Señor Jesús, dice él que si él nos libera entonces verdaderamente hemos quedado libres. El hijo se acerca con corazón pobre siendo consciente de sus fragilidades y se acerca así al Señor para pedir que lo libere del a esclavitud para quedarse en casa, el hijo es consciente de sus limitaciones y acude a pedir liberación para poder seguir estando en la casa con el Señor.
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