Reflexiones con el Salmo 144, 8-9.15-17 (Del Domingo XVIII, T.O.) El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. Lo primero que muestra esta parte del Salmo 144 es la grandeza del Señor que es rico en misericordia, piadoso, cariñoso con todas sus creaturas. Grande es el amor del Señor para con el hombre. Podemos traer a memoria aquí el Salmo 8. Pero cuando caemos en pecado y más con pecado grave, y vivimos así, cuando faltamos a la caridad, cuando obramos mal, hablamos mal de alguien,...