Preparándonos para la Semana Santa

Antes de continuar lee el Evangelio de hoy (Mt 21, 1-11)

Comenzamos la Semana Santa, hoy Domingo de ramos, día en el que toda la Iglesia conmemora la entrada triunfal de nuestro Señor Jesucristo a Jerusalén. Y esta lectura del Evangelio de San Mateo nos introduce muy bien a los días que vienen, veamoslo en las siguientes reflexiones.

Hacer lo que el Señor nos pida

Luego de meditar la lectura del Evangelio de hoy recordemos que al acercarse a Jerusalén Jesús envía a dos de los discípulos con indicaciones precisas sobre lo que tenían que hacer, les dice: "Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y enseguida encontraréis un asna atada y un pollino con ella; desatadlos y traédmelos. Y si alguien os dice algo, diréis: El Señor los necesita, pero enseguida los devolverá". Y más adelante (en el versículo 6) leemos que los discípulos fueron e hicieron tal cual el Señor les había pedido.

En estos días el centro de todo lo que veremos y escucharemos es el Señor Jesús, y es a Él a quien iremos a acompañar, de eso se trata, celebramos su Pasión, Muerte y Resurrección. Entonces serán unos días en donde se dará un encuentro entre Jesús y yo, tú y Jesús, es personal, en estos días sucederá una relación especial entre tú y él, él te hablará, aunque no siempre con palabras, sino también con su silencio, Jesús algo querrá mostrarte en esta semana santa.

En esta primera parte descubrimos que debemos hacer lo que él nos pida. Así como lo hizo con los discípulos antes de entrar a Jerusalén, también lo hará con nosotros, el Señor nos pedirá que entremos con él a estos días santos de una manera particular para cada uno. Para poder experimentar esto debemos antes tener la disposición para verlo y escucharlo; y para que esto suceda debemos pues estar cerca de Jesús, acompañarlo de cerca, estar con él.

Al final de esta experiencia, habiendo escuchado al Señor, habiendo seguido sus pasos, sabremos lo que nos ha pedido en estos días santos, y seguirá nuestros esfuerzo por hacer lo que él nos dijo.

Acoger a Jesús ¿cómo lo acogemos?

En el relato que escuchamos en el Evangelio descubrimos gestos que muestran la alegría y la buena disposición que hubo en la gente para recibir a Jesús. La acogida se muestra a través de gestos como los de la gente que recibió a Jesús: "extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino".

¿Cómo acogemos nosotros a Jesús en esta semana santa? Nuestra acogida se debe manifestar en gestos ¿Y cuáles son los gestos que podemos tener con él? Ir con nuestros ramos de olivo el Domingo de Ramos, como hoy y acompañarlo en esta conmemoración, éste es un gesto que manifiesta nuestro deseo explícito de querer estar con él en semana santa. Podemos tener gestos también interiores, como hacer un compromiso con el Señor Jesús, de acompañarlo en estos días santos. El hecho que la familia participe toda en la liturgia de Semana Santa y Jornadas Espirituales en las parroquias o centros pastorales también es un gesto hacia Jesús, que muestra nuestro amor hacia él. ¿Cuál es el gesto que tendrás con él en esta semana? ¿Cómo lo acogerás?

Dar un buen testimonio

Por último, cuando todos los católicos tenemos gestos como estos hacia el Señor Jesús en Semana Santa y participamos intensamente en la liturgia de estos días, las demás personas se conmoverán, como dice el Evangelio: "toda la ciudad se conmovió. «¿Quién es éste?» decían". Y la respuesta que debemos decir con convicción es: Este es Jesús de Nazaret.

Seamos coherentes, si somos católicos, debemos vivir intensamente estos días santos, éste es nuestro testimonio que se evidenciará en gestos que los demás verán y dirán "miren cómo lo aman". Nuestra participación comprometida con el Señor Jesús en estos días comunicará cuánto amamos a Aquél que nos ha amado primero, éste debe ser nuestro testimonio.

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