"Yo solo no puedo cargar con este pueblo" - La queja
Voy entendiendo que la misión que el Señor nos da, para cumplir en la tierra y como medio de santificación, no es muy fácil, y tampoco tiene que serlo, pues como todo en nuestra vida, no encuentras algo que no tenga dificultades. Es el caso de Moisés en la primera lectura que hoy toca. Le sucede cuando el pueblo de Israel comienza a quejarse del Maná, que era la comida que el Señor les daba durante su camino hacia la tierra prometida. "Mientras caía el rocío también caía el Maná". Pero ellos se quejaban porque decían que ya estaban cansados de lo mismo, y cedían a sus viejos apetitos cuando estaban en Egypto, ahora pedían comer carne.
Entonces Moisés oyendo las quejas del pueblo, le dice al Señor: "¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿En qué te he desagradado para que tenga que cargar con todo este pueblo?". Más adelante dice en su diálogo con Dios: "Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues es demasiado pesado para mí". Y habría que agregar que la forma como Moisés plantea la queja lleva a pensar en un maltrato de Dios hacia él con la misión que le ha entregado, y es por eso que se queja.
Todo se resume en una pregunta, que nos puede sonar muy familiar: "¿Por qué tengo que cargar con todo esto (la misión recibida del Señor)? No puedo solo, es demasiado peso para mí". Ante una dificultad en lo que vamos asumiendo del camino al que Dios nos llama y la misión concreta que en él nos va entregando, rápidamente nos quejamos, y vemos que es demasiado peso, nos desanimamos, no queremos cargar más de lo presupuestado por nosotros mismos.
Me recuerda a una escena de la película "La Pasión", la tentación del Demonio hacia el Señor Jesús en el huerto de Getsemaní, en donde le dice: "No puedes", "es demasiado peso para uno solo", "nadie ha podido antes".
La cultura de la queja como primer camino es algo que probablemente esté muy arraigado en nosotros, nos quejamos antes de enfrentar el problema y asumir sus consecuencias con valentía y siempre pidiendo ayuda. Nos quejamos. Ciertamente la misión de Moisés no era muy fácil, pero creo que el Señor no lo hubiese elegido sino hubiese visto en él la respuesta y al indicado para manifestarse a su pueblo elegido.
Entonces Moisés oyendo las quejas del pueblo, le dice al Señor: "¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿En qué te he desagradado para que tenga que cargar con todo este pueblo?". Más adelante dice en su diálogo con Dios: "Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues es demasiado pesado para mí". Y habría que agregar que la forma como Moisés plantea la queja lleva a pensar en un maltrato de Dios hacia él con la misión que le ha entregado, y es por eso que se queja.
Todo se resume en una pregunta, que nos puede sonar muy familiar: "¿Por qué tengo que cargar con todo esto (la misión recibida del Señor)? No puedo solo, es demasiado peso para mí". Ante una dificultad en lo que vamos asumiendo del camino al que Dios nos llama y la misión concreta que en él nos va entregando, rápidamente nos quejamos, y vemos que es demasiado peso, nos desanimamos, no queremos cargar más de lo presupuestado por nosotros mismos.
Me recuerda a una escena de la película "La Pasión", la tentación del Demonio hacia el Señor Jesús en el huerto de Getsemaní, en donde le dice: "No puedes", "es demasiado peso para uno solo", "nadie ha podido antes".
La cultura de la queja como primer camino es algo que probablemente esté muy arraigado en nosotros, nos quejamos antes de enfrentar el problema y asumir sus consecuencias con valentía y siempre pidiendo ayuda. Nos quejamos. Ciertamente la misión de Moisés no era muy fácil, pero creo que el Señor no lo hubiese elegido sino hubiese visto en él la respuesta y al indicado para manifestarse a su pueblo elegido.
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