Descansar y desahogar nuestros corazones
En las vísperas de hoy nos encontraremos con esta estrofa que les presentaré a continuación, meditando el salmo 61, dice: "Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio."
Sabemos que como buscadores que somos, por más que intentemos buscar la paz en muchos lados no lo encontraremos sino en Dios, esto es verdadero, personas que han buscado en muchas experiencias lo confirman, su búsqueda ha sido saciada al encontrarse con Jesucristo. Entonces mi espíritu verdaderamente descansará estando con él. Él es mi salvación.
Por otro lado, el corazón del buscador se llena de muchas experiencias en el camino de la búsqueda, y éste buscador debe desahogar su corazón, y lo debe hacer con aquél que conozca su corazón hasta lo más profundo. Ése es el Señor Jesús. Debemos confiar y dar el paso, Dios es el refugio que tanto buscamos cuando caminamos y nos topamos con tantas experiencias que en muchas de ellas encontramos desaliento. Él es nuestra esperanza.
Sabemos que como buscadores que somos, por más que intentemos buscar la paz en muchos lados no lo encontraremos sino en Dios, esto es verdadero, personas que han buscado en muchas experiencias lo confirman, su búsqueda ha sido saciada al encontrarse con Jesucristo. Entonces mi espíritu verdaderamente descansará estando con él. Él es mi salvación.
Por otro lado, el corazón del buscador se llena de muchas experiencias en el camino de la búsqueda, y éste buscador debe desahogar su corazón, y lo debe hacer con aquél que conozca su corazón hasta lo más profundo. Ése es el Señor Jesús. Debemos confiar y dar el paso, Dios es el refugio que tanto buscamos cuando caminamos y nos topamos con tantas experiencias que en muchas de ellas encontramos desaliento. Él es nuestra esperanza.
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