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En busca de una alegría profunda



De dónde viene esa alegría profunda, esa que permanece en el tiempo, que nada ni nadie nos podrá arrebatar. 

Pues el Señor Jesús nos responde en el Evangelio de la liturgia de hoy [Jn 16, 20-23] que la fuente de esto que buscamos está en el encuentro con Él, en dejarnos mirar por Él, en ese volvernos a encontrar, volvernos a ver, que hace referencia a un encuentro constante.

"pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar." (Jn 16, 22)

Este hasta volvernos a encontrar es un tiempo de extrañar, de hacer memoria, de mantener viva una llama entregada, de practicar enseñanzas, pensando en estas palabras "volveré a verlos".

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