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¿Cuántas veces ante las dificultades seguimos alabando a Dios?

En medio de la dificultad, alaban al Señor. Se trata de la historia de Sidrac, Misac y Abdénago, quienes ante la propuesta del rey Nabucodonosor, de adorar a su dios de oro se resistieron y negaron a hacerlo, entonces el rey dispuso, luego de presionarlos más, quemarlos en el fuego, el cual debido a la furia de Nabucodonosor, se preparó siete veces más fuerte que de costumbre, eran lenguas de fuego gigantes. Los tres estaban atados, y fueron atados por los hombres más robustos, a pedido del rey. Entonces los escucha cantar himnos, y extrañado y asombrado preguntó por si eran ellos los atados y puestos en fuego siete veces más fuerte, y luego preguntó sobre lo que veía, se trataba de cuatro hombres paseando por el fuego sin sufrir nada, y el cuarto parecía ser divino. Entonces Nabuconosor bendice al Dios de los tres porque ha escuchado a aquellos que confiaron en él y ha  enviado un siervo a salvarlos. ¿Cuántas veces ante las fuertes e intensas dificultades que tenemos nosotros so...

Debemos valorar el galardón de una Vida Intachable

"Así piensan los malvados, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable". Señala la lectura tomada del libro de Sabiduría que hoy meditamos. De aquí resulta interesante poner la mirada en dos sentencias referidas a los malvados, primera "no esperan el premio de la virtud" y segunda "no valoran el galardón de una vida intachable". "...no esperan el premio de la virtud" El diccionario de la RAE define virtud como "hábito de obrar bien, independientemente de los preceptos de la ley, por sola la bondad de la operación y conformidad con la razón natural". Y en el Catecismo de la Iglesia Católica encontramos que "es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia...

Los cristianos seremos acechados por el mundo porque le resultamos incómodos

Aquél que vive su Vida Cristiana correctamente, aquél que escucha al Señor y que medita su Palabra, en el día y en la noche, aquél que visita al Señor y está en su presencia, aquél que reza, aquél que se esfuerza por ser cristiano en todo momento y lugar. Éste, ésta, éstos, tienen a su alrededor personas que se cuestionan por su acción y se acercan así a Cristo por su testimonio, pero también tienen a otros que razonan equivocadamente y que ante sus acciones más bien dicen lo que la primera lectura de hoy describe (Sab 2, 1a. 12-22) "Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara las faltas contra la ley...". Entonces los cristianos nos volvemos acusadores de sus convicciones, para ellos sólo vernos les produce molestia porque llevamos una vida distinta a los demás y vamos para ellos por un camino diferente. La misma lectura nos responde, "así piensan los malvados, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los ...

Un hombre enfermo

Hoy la Liturgia nos presenta el Evangelio de San Juan, quien en el capítulo cinco desarrolla el pasaje del encuentro del Señor Jesús con el enfermo que llevaba 38 años en ese estado y que esperaba la agitación de la piscina para llegar a ella, sumergirse y sanarse, pues el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua, el primero que se metiera después de cada agitación quedaba curado de cualquier mal. Esta lectura nos da muchas luces para tener una mirada espiritual frente a nuestras enfermedades, que son desde físicas a espirituales, muchas de ellas son espirituales, no las vemos, están allí con nosotros años, y nos tienen postrados y no sabemos que son, pensamos que las cura el hombre cuando el médico de esas enfermedades es otro, es el Señor Jesús. El hombre del que Juan nos cuenta, llevaba 38 años enfermo, mucho tiempo esperando porque, por los datos, era un paralítico, necesitaba de otros que lo ayuden a llegar a la piscina. Es interesante ver que ...

Respondamos con amor al Señor

"Esforcémonos por conocer al Señor", dice hoy Oseas, pues él quiere amor, no sacrificios. El nos Señor nos pide que lo amemos, que hagamos las cosas por amor a él, esto implica primero conocerlo, porque ninguno puede amar a quien no conoce. En este tiempo cuaresmal debemos poner nuestros esfuerzos en hacer lo posible para conocer más al Señor Jesús, pues de esta manera es que mejor podemos responder a las exigencias de nuestra vida cristiana, que tienen como fondo el seguimiento de Cristo. Debemos volvernos al Señor, como también dice Oseas (6, 1-6), volvamos la mirada hacia él, volvamos nuestros afectos y acciones hacia el Señor Jesús, que así encontrarán sentido en la existencia, pues en el encuentro con él es que nos da ése sentido pleno. El Señor quiere y pide que lo conozcamos para amarlo, no pide sacrificios, quiere amor en nuestra respuesta.