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Los cristianos seremos acechados por el mundo porque le resultamos incómodos

Aquél que vive su Vida Cristiana correctamente, aquél que escucha al Señor y que medita su Palabra, en el día y en la noche, aquél que visita al Señor y está en su presencia, aquél que reza, aquél que se esfuerza por ser cristiano en todo momento y lugar.

Éste, ésta, éstos, tienen a su alrededor personas que se cuestionan por su acción y se acercan así a Cristo por su testimonio, pero también tienen a otros que razonan equivocadamente y que ante sus acciones más bien dicen lo que la primera lectura de hoy describe (Sab 2, 1a. 12-22) "Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara las faltas contra la ley...". Entonces los cristianos nos volvemos acusadores de sus convicciones, para ellos sólo vernos les produce molestia porque llevamos una vida distinta a los demás y vamos para ellos por un camino diferente.

La misma lectura nos responde, "así piensan los malvados, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable".

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