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Lo que nos dice la historia de Lázaro

"Hijo mío, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora encuentra él aquí su consuelo y tú, el tormento" le contesta Abraham al rico que clama por una gota de agua que refresque su lengua. Esto que el Señor Jesús dice a los fariseos es fuerte y remece. Especialmente con esta parte que ahora meditamos nos podríamos preguntar ¿Qué hacemos con los bienes que de Dios recibimos? El Señor describe al pobre como una persona que no tiene para alimentarse y que busca comer de lo que le sobra al rico, un hombre con llagas y que según relata la historia los perros iban a lamer sus llagas. De ése pobre hombre el Señor asegura su futuro en donde su hambre y sed serán colmados. La persona en cuestión es aquél que tiene bienes y que los ha recibido para compartirlo con los demás pero no lo hace ¿Qué hacemos con los bienes que tenemos? El rico no es capaz de ver la necesidad de aquel que está en su puerta, más bien se preocupaba por tener cada día ...

Servir y no ser servidos

Ascender en el mundo significa siempre tener a otras personas como súbditos, a otros que trabajan para uno, si es que el puesto no es entendido como un ámbito de servicio a los fines de una institución y a las personas que se le encomiendan para lograr dichos objetivos, el horizonte se distorsiona, entonces el uno tendrá exigencias para su propio beneficio, que por supuesto no será lo mejor para nadie. Hoy el Señor Jesús en el Evangelio nos da una gran enseñanza que mucho puede iluminar esta realidad, vemos en la Sagrada Escritura que él no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Esto vivió Cristo, por lo tanto como seguidores del Señor, como cristianos, nos toca dar testimonio en el mundo de este paradigma, que él no conoce. Hemos venido a servir, no a ser servidos, ésta es una gran pauta para nuestra vida cotidiana. Hemos venido a servir en el lugar en donde trabajamos y a servir a las personas que nos son encomendadas y también a las personas p...

Ir contracorriente

La corriente del mundo usualmente señala que para ser grandes debemos avanzar con toda fuerza sin importar los demás, cultivando la indiferencia, el egoísmo, entre otras cosas mas. Muchos terminan en algún momento tristemente cansados y agotados porque es como luchar contra lo que somos, ir contra nuestra naturaleza, y esto nos desgasta. La perspectiva cristiana aparece como algo totalmente contrario, algo que va contra esta corriente, "contracorriente", así en el Evangelio de hoy el Señor Jesús enseña que quien quiera ser el más grande se debe hacer servidor de los otros, de los demás, sencillamente a los ojos de la corriente del mundo es otra cosa totalmente apartada, impensable. Pero curiosamente las personas que lo practican se ven alegres y contentas con lo que hacen, no sin problemas, lejos de esto, los asumen como todos, en su rostro veremos luz. Entonces el servicio a los demás es algo natural a nosotros, y viviendo esto iremos creciendo ante los ojos de los demás...

Aprendiendo a obrar el bien

El bien no es fácil obrarlo hay que aprender a hacerlo, como bien nos enseña la primera lectura de la liturgia de hoy. En boca del profeta Isaías, Dios habla al pueblo de Sodoma y Gomorra ""Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien ; buscad el derecho, enderezad al oprimido; defended al huérfano, proteged a la viuda." Para actuar bien, vivir rectamente, implica que como hemos leído, apartemos de nosotros las malas acciones, que cesemos de obrar el mal, éste es un primer ejercicio revisarnos cotidianamente, ver nuestras malas acciones, pedir perdón y esforzarnos por que no las volvamos a cometer. No es fácil, como se lee aquí, pero tome el tiempo que tome será el proceso por que el que pasaremos. Despojarnos del mal. De manera paralela o en segundo lugar, como se prefiera ver, obremos la caridad, vivamos según el amor indique, esto es, como menciona la lectura "socorriendo al oprimido, defendiendo ...

¿Cómo vivir la misericordia?

Hace poco el Señor nos daba la lección de amar a nuestros enemigos, En el Evangelio que meditamos hoy, Jesucristo nos muestra una clave para saber cómo debemos ser en nuestras relaciones con los demás, seguimos en la vivencia de la caridad, mandamiento máximo del Señor para nosotros. Bien, nos da hoy esta pauta para nuestra vida cotidiana: "la medida con que ustedes midan se usará también para ustedes" . Y en los versículos anteriores nos pide que seamos misericordiosos con los demás, señalándonos que esto implica no juzgar, no condenar, perdonar y dar. Ante la pauta que el Señor nos da hoy valdría preguntarnos en todo momento frente a estas circunstancias ¿Me gustaría que me hagan esto que estoy haciendo? o podemos plantearlo así: "debo tratar a los demás como me gustaría que me traten a mí". No juzgar y no condenar , veámoslo con algunas preguntas: Juzgar ¿Tengo autoridad para hacerlo? ¿Quién soy yo para juzgar a los demás? Condenar ¿Me he ocupado de la viga q...