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Ir contracorriente

La corriente del mundo usualmente señala que para ser grandes debemos avanzar con toda fuerza sin importar los demás, cultivando la indiferencia, el egoísmo, entre otras cosas mas. Muchos terminan en algún momento tristemente cansados y agotados porque es como luchar contra lo que somos, ir contra nuestra naturaleza, y esto nos desgasta.

La perspectiva cristiana aparece como algo totalmente contrario, algo que va contra esta corriente, "contracorriente", así en el Evangelio de hoy el Señor Jesús enseña que quien quiera ser el más grande se debe hacer servidor de los otros, de los demás, sencillamente a los ojos de la corriente del mundo es otra cosa totalmente apartada, impensable. Pero curiosamente las personas que lo practican se ven alegres y contentas con lo que hacen, no sin problemas, lejos de esto, los asumen como todos, en su rostro veremos luz.

Entonces el servicio a los demás es algo natural a nosotros, y viviendo esto iremos creciendo ante los ojos de los demás, "el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". El más grande entre nosotros debe hacerse servidor de los otros, como nos enseña el Señor hoy, de esta manera estará siguiendo con fidelidad el camino que le toca vivir.

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