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¿Qué debemos hacer ante enemigos y perseguidores?

Un enemigo es una persona que tiene mala voluntad a otra y le desea y hace mal, un perseguidor es aquel que fatiga, molesta y hace sufrir, en ambos casos generan sufrimiento. Hoy el Señor Jesús nos enseña en el Evangelio la actitud que debemos tener los cristianos ante enemigos y perseguidores. Dice que amemos a nuestros enemigos y que recemos por los que nos persiguen. Nos enseña en esta lección que no tiene nada de extraordinario amar a los que ya nos aman. Si queremos alcanzar la perfección cristiana orientada por la caridad, el amor, esto que nos enseña el Señor es lo que debemos vivir. Será pues exigente amar a aquel o aquella que no nos quiere, que nos trata mal, que es indiferente, será difícil. Las acciones de amor deben estar acompañadas por la oración para que en esta nos veamos fortalecidos por la fuerza que el Espíritu Santo nos dará al pedirla. Amar con intensidad, aún en circunstancias difíciles, será posible con la oración, en ella también nos descubriremos aprendiendo del amor que Dios nos da.

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