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La belleza exterior es resultado de trabajar por la belleza interior.

En el mundo se nos propone cultivarnos por fuera, fortaleza exterior, belleza en la imagen, buena apariencia, etc. Podríamos decir que se nos da muchas alternativas para ser "hermosos por fuera", y poco o nada acerca del cuidado interior, entonces son muchos los que resultan aprendiendo mecanismos de cuidados corporales y poco cuidado espiritual. Los fariseos eran personas a quienes el Señor Jesús constantemente denunciaba su falta de coherencia, mostrándose "justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad". "hermosos por fuera pero por dentro llenos de huesos muertos y de pobredumbre", les dice hoy Jesucristo en la lectura del Evangelio según San Mateo (23, 27-32). Debemos cuidar nuestro interior ¿Cómo estamos por dentro? Es necesario ejercitarnos, trabajar en cambiar nuestros pensamientos si son malos, trabajar en el cambio de nuestras actitudes y comportamientos si no son los adecuados, esto es lo interior, n...

Cuando caminamos en medio de tinieblas

Hay momentos en la vida de cada uno en los que atravesamos una tiniebla a veces densa, otras no tanto, pero en todo caso es tiniebla y no vemos bien, nos asustamos, experimentamos incertidumbre, inseguridad, ansiedad, con esto nuestra certeza que el camino tiene un final deja de verse de esta manera, pues lo único que vemos es tiniebla. Aunque es una figura este primer párrafo, para cada lector evocará alguna de esas experiencias imágenes concretas. Estando en estas circunstancias nos resulta difícil la vida cristiana, quizá no encontramos a Dios como antes lo habíamos encontrado. Sin embargo ante esto es necesario conocer otra certeza y nos la muestra uno de los versículos del salmo que la liturgia nos propone hoy (138) cuando reza el salmista: "Si digo: Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí, ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día." Esta certeza nos ayuda en momentos en los que atravesamos un camino con tinie...

Características de un apóstol

En la primera lectura que la liturgia nos propone hoy, tomada de la primera carta de San Pablo a los Tesalonicenses (2, 9-13) el Apóstol nos propone un breve desarrollo, desde un testimonio de su acción evangelizadora, de lo que hace un apóstol. Se proponen aquí cuatro aspectos importantes que todo enviado de Jesucristo debe cumplir en su misión. Primera: Predicar la buena noticia con trabajo y fatiga. San Pablo recuerda a esta comunidad que la tarea de llevarles el Evangelio les ha costado, no es cosa fácil. Un apóstol debe desgastarse en el anuncio de la Palabra del Señor Jesús. Una buena señal que se está realizando este trabajo es precisamente darse cuenta que cuesta y experimentar esa fatiga al hacerlo. Segundo: El testimonio de conducta.  Aunque escuchar la Buena Noticia es esencial, importa también la buena conducta del enviado a hacerlo, en esto los oyentes descubren que la Palabra de Dios actúa en los que viven aquello que han escuchado y han creído. El apóstol debe...

Es necesario una limpieza interior

El Señor Jesús describe muy bien la conducta de los fariseos en diversos versículos, en el que meditamos hoy, precisamente del Evangelio del día (Mt 23, 23-26) Jesucristo habla fuerte y claramente acerca de aquellos que cuidan más lo exterior cuando por dentro se están pudriendo, se cuida lo que se hace más no lo que se piensa, "limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno!". Se permiten todo y no permiten en otros lo más mínimo. Entonces el Señor da la respuesta a este tipo de actitudes, Él dice: "limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera", en otra traducción dice "purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura". Debemos pues hacer un ejercicio interior para purificarnos, como cuando uno limpia su propia casa por dentro, implica un ejercicio, cansará, pero los frutos serán buenos.

Recemos por más obreros para la cosecha

En el versículo 36 del capítulo 9 del Evangelio de San Mateo que meditamos hoy, se relata que el Señor sintió compasión al ver a la muchedumbre fatigados y abatidos, como ovejas sin pastor, en otras traducciones he encontrado palabras, referidas a aquella multitud, como: "desgarradas", "vejados", ésta última, según el diccionario quiere decir que una persona ha sido maltratada, perjudicada, que ha padecido. Conociendo más sobre estos términos entendemos mejor la petición del Señor que pronto le hace a los discípulos «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies». ¿Por qué están así las personas? ¿Qué los ha desgarrado? Es el desgaste que se sufre en el mundo, el desgarro que ocasiona enfrentarse a los lobos que andan sueltos para hacer el mal, para hacer que los hijos de Dios padezcan, es el desgaste ante el propio dolor por el pecado. Al indicar el Señor que son como ovejas que no tienen pastor está también ...