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El Evangelio transformó la vida de Onésimo

El conocimiento de las enseñanzas de Jesucristo, sus obras y palabras, es decir el encuentro con el Señor Jesús, nos convierte de la condición de esclavos a la condición de hermanos, pues el Hijo de Dios nos hace también a nosotros hijos y cuando un esclavo pasa a ser hijo de Dios entonces es hermano de los hijos de Dios. Nos lo muestra claramente el caso de Onésimo, de quien san Pablo habla muy bien a Filemón al dirigirle una carta, la que hoy nos propone meditar la Liturgia del día en la primera lectura (Flm 7-20). El Apóstol le dice a Filemón "Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido". ¿Quién fue Onésimo? Conozcamos primero a Onésimo, y para esto acudo a una breve biografía que encontré sobre este personaje citado por San Pablo. «Onésimo era esclavo de Filemón, personaje importante de Colosa de Frigia, convertido al cristianismo por San Pablo. Cuando huía de la justicia, después de ha...

Cómo hacer con lo que nos angustia

Hoy en la segunda lectura de la Misa recibimos una clave que nos puede ayudar mucho a sobrellevar las dificultades con las que cada uno se encuentra en el camino. San Pablo escribe a los Filipenses y dice: "Que nada os angustie; al contrario en cualquier situación presenten sus deseos a Dios, orando, suplicando y dando gracias". Rápidamente solemos angustiarnos y quizá al quedarnos en esta experiencia renegamos y nos amargamos, más el Señor nos da un mensaje claro "que nada nos angustie". Nada debería ser causa de angustia para el que tiene puesta su confianza en el Señor, para aquél que sabe bien de quien se fía. Es lo que estamos llamados a vivir, la confianza en Él. No nos deja sólo con esta idea, San Pablo en su carta a los Filipenses nos dice cómo podemos lograrlo. Primero debemos presentar todas nuestras inquietudes al Señor , en cualquier circunstancia, duda, sufrimiento, incertidumbre, soledad, etc.  En segundo lugar debemos siempre rezar , pidamos al ...

Preparándonos para la Semana Santa

Antes de continuar lee el Evangelio de hoy (Mt 21, 1-11) Comenzamos la Semana Santa, hoy Domingo de ramos, día en el que toda la Iglesia conmemora la entrada triunfal de nuestro Señor Jesucristo a Jerusalén. Y esta lectura del Evangelio de San Mateo nos introduce muy bien a los días que vienen, veamoslo en las siguientes reflexiones. Hacer lo que el Señor nos pida Luego de meditar la lectura del Evangelio de hoy recordemos que al acercarse a Jerusalén Jesús envía a dos de los discípulos con indicaciones precisas sobre lo que tenían que hacer, les dice: " Id al pueblo que está enfrente de vosotros, y enseguida encontraréis un asna atada y un pollino con ella; desatadlos y traédmelos. Y si alguien os dice algo, diréis: El Señor los necesita, pero enseguida los devolverá ". Y más adelante (en el versículo 6) leemos que los discípulos fueron e hicieron tal cual el Señor les había pedido. En estos días el centro de todo lo que veremos y escucharemos es el Señor Jesús,...

Recurrir, buscar y recordar

Son estas tres palabras las que se mencionan en la primera estrofa del salmo 104 que la liturgia de la Palabra nos propone meditar hoy. "Recurran al Señor y a su poder, busquen continuamente su rostro. Recuerden las maravillas que hizo, sus prodigios, las sentencias". Repasemos hoy estas palabras con lo que implican y veamos que al recordarlas cada día como una jaculatoria, estas nos ayudarán a andar siempre en presencia de Dios, en los momentos buenos y también ante las dificultades. Recurrir al Señor El Señor se acuerda siempre de nosotros, los que no lo hacemos continuamente somos nosotros. Esta palabra (Recurrir) nos debe recordar que debemos ir donde él en todo momento, preguntarle si es de su agrado lo que estamos haciendo o pensamos hacer; también debemos ir donde él cuando las cosas se ponen difíciles, dice el salmo "recurran al Señor y su poder", creamos en el poder de la oración, pidamos, roguemos, y esto sucede justamente recurriendo a él. Algunas ve...

¿Cómo podemos ser hombres y mujeres de Dios?

Para responder a esta pregunta encontramos una clave en la primera lectura que la liturgia nos propone el día de hoy, por lo que será bueno leerla antes de continuar ( Daniel 3: 14 - 20, 91 - 92, 95 ). Luego de hacerlo sigamos... Ser hombres y mujeres de Dios está relacionado al testimonio que debemos dar a los demás, es decir, son los demás quienes deben ver en nosotros, los bautizados, a personas que pertenecemos a Dios, y que lo manifestamos en las decisiones que tomamos, en las acciones que obramos, en las palabras que usamos, en las formas como nos relacionamos, en fin, en todo lo que hacemos. Así, ante la pregunta que nos planteamos ahora en esta meditación ¿Cómo ser hombres y mujeres de Dios? la respuesta, pues, la encontramos en la actitud de Sidrac, Misac y Abdénago. Estos tres personajes se niegan al mandato del rey Nabucodonosor, haciendo una firme opción de no venerar a sus dioses ni adorar la estatua de oro que había hecho, sabiendo que esa decisión implicaba la ...