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Encontrar a Dios en lo cotidiano

Sabemos en dónde podemos conseguir pan si lo necesitamos, también conocemos en qué lugares podemos obtener aprendizaje sobre ciertas cosas que nos interesan, sea en modo presencial o en Internet, más cuando se trata de escuchar la voz de Dios inmediatamente se nos viene a la mente el templo en donde se encuentra presente en la Eucaristía.  Quizá por esta razón pensamos que cuando de escuchar su voz se trata mientras no podamos ir a una Iglesia se nos hace difícil encontrarlo y no aprendemos a buscarlo en algunos espacios de lo cotidiano. La primera lectura de hoy [I Reyes 19:9, 11-16]  nos enseña en un detalle que el profeta Elías, estando en una cueva, sale a encontrarse con Dios, cuando escucha el susurro de una brisa suave. Y es precisamente, en esa brisa suave que logra encontrar a Dios y conversa con Él, lo puede escuchar como no logró hacerlo con el paso del fuego y ante la tormenta y temblor.  Dios tiene un modo con cada uno de sus hijos. Es importante aprender a e...

¿Es Dios nuestro bien?

"Tú eres mi Señor: mi bien, nada hay fuera de ti" rezamos en el segundo versículo del salmo 16 (15) que la liturgia nos propone hoy. Estas palabras nos la podemos plantear en una pregunta hoy ¿Es el Señor nuestro bien?  Para decir que Dios es nuestro bien primero debemos reconocer que solo Él es bueno y que sólo en Él podemos encontrar el bien, que toda obra suya es buena,  "Vio Dios cuanto había hecho y era muy bueno" (Gen 1, 31). Cuando a Jesús le dicen "Maestro bueno" Él responde "¿Porque me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo Dios" (Mc 10, 18). En las sagradas escrituras podemos descubrir el bien que Dios hizo a su pueblo amado, al pueblo que incluso en los momentos que persiguió el mal, fue perdonado, salvado, rescatado y guiado constantemente hacia aquello que era el bien para ellos.  Vemos también en sus páginas que aquellos que buscan practicar el bien no están libres de sufrimientos, y es así como descubren que después de la experien...

La sagrada Escritura nos prepara para toda obra buena

Hacia los últimos versículos de la primera lectura [II Timoteo 3, 10-17]  que nos presenta la liturgia de hoy nos encontramos con unas hermosas palabras sobre las bondades de ese conocimiento de la Sagrada Escritura que se logra a través de su lectura constante. "15 y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; 17 así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena". Y es importante resaltar esto dicho en el último versículo. Pues este ejercicio nos prepara para realizar una obra de bien, porque "es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón." (Hebreos 4, 12) Bened...

¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?

En este Evangelio:  [Mc 12, 28-34]  Jesús nos enseña que no hay mandamiento mayor que amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas y en segundo lugar amar a nuestro prójimo como a uno mismo. Esto sucede como respuesta a la pregunta que le hace un escriba a Jesús. "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?". Deja claro el Señor que estos dos son los más importantes y que en realidad son una clave desde la que debemos entender e interpretar los diez mandamientos, los dos bajo un único mandamiento de la caridad (CIC 2055). La forma como el escriba responde a Jesús, "muy bien maestro, tienes razón", nos presentaría quizá a una persona con una intención distinta a la que plantea el Evangelio según San Mateo, quien manifiesta que la pregunta fue hecha con ánimo de poner a prueba a Jesús. (Mt 22, 35) Al respecto, san Agustín explica: "quizá, aunque tuviera esta intención, no fuera la del que con malicia se propone e...

"Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"

En el Evangelio que escuchamos hoy el Señor menciona esas palabras que han quedado bien grabadas en la cultura popular "Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".  [Mc 12, 13-17]  Jesús pregunta ¿De quién es esta imagen y la inscripción? y queda evidente la respuesta, pero ¿qué es de Dios? La segunda lectura nos responde con algunas ideas y nos da una clave para comprender ese lugar en donde encontramos la imagen y la inscripción de Dios. [2Pe 3, 12-15, 17-18]   Pedro está hablando del día final y ante esto lanza una pregunta ¿Cómo debe ser nuestra conducta en espera de ese momento? Pues en espera de esos acontecimientos -dice el primer papa- debemos esforzarnos en paz ante él, sin mancilla y sin tacha. Así como nos esforzamos para conseguir aquello que es del César para poder devolvérselo en los impuestos, Pedro nos exhorta a poner nuestro empeño, es decir nuestro deseo en lograr algo, nuestro esfuerzo en conseguir que nuestra conducta sea buena hasta ...