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Mostrando entradas de abril, 2013

Lo que hace el lobo

Dice el Señor, según el evangelio de san Juan (10, 1-10) que el que no entra por la puerta del corral, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido. El ladrón, o sea el lobo, entra para hacer tres cosas, según dice el Maestro "robar, matar y destruir". Estas tres palabras resumen el trabajo del lobo. El lobo nos roba, entendiendo lo que se explica con la figura del lobo, es decir al demonio, profundicemos un poco más en lo que hace o veamos sus intenciones, a la luz de lo dicho por el Buen Maestro. Entonces el lobo roba lo bueno que tienes, él rechaza la bondad, por lo tanto hará de todo para eliminarla, y junto a ella la inocencia, roba la dignidad que cada uno de nosotros tiene en cuanto somos hijos de Dios, esto es lo que nos quiere quitar, que no nos veamos como hijos. El lobo trabaja por robarnos la pureza, y en un mundo tan sexualizado no le resulta muy difícil hacerlo. Por otro lado dice el Maestro, que el lobo mata. Quiere matar, en primer lugar, el am...

El lobo y el Pastor

Con esta breve composición descubriremos lo que nos dice el evangelio de san Juan 10, 1-10, fijémonos en algunas claves, como identificar lo que hace el lobo y lo que hace el pastor, también miremos que los dos tienen la intención de entrar con distintas intenciones pero lo quieren hacer. Dos son los que quieren entrar en el corral de las ovejas uno para robar, destruir y matar y el otro para dar de comer a las ovejas el primero el lobo, el segundo el pastor éste entra por la puerta, aquél por otra parte.

Luces para el apostolado desde la experiencia de anuncio del Evangelio de Felipe

En la primera lectura de hoy descubrimos un breve itinerario apostólico que parte por ese impulso del Espíritu Santo hacia el apóstol, implicando del lado del apóstol una relación cercana con el Espíritu Santo, para ser dócil y colaborar, cooperar con esfuerzo ante sus inspiraciones. Leamos la lectura: En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a Felipe: "Ponte en camino hacia el Sur, por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto." Se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: "Acércate y pégate a la carroza." Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó: "¿Entiendes lo que estás leyendo?" Contestó: "¿Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?" Invitó a Felipe a subir y a sentars...

Si ven y oyen que obramos bien, escucharán lo que decimos

Hoy la primera lectura nos da una enseñanza para ser coherentes, pues muchas veces escuchamos quejas, por ejemplo, de padres que sus hijos no los escuchan, y también en viceversa, o de profesores que sus alumnos no los escuchan, o de amigos que los suyos no los escuchan y así. En la lectura de hoy vemos que "Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría." De lo leído podemos decir "Si ven y oyen que obramos bien, escucharán lo que decimos", así sucedía con Felipe, así también sucederá con nosotros. Obremos bien, hagamos el bien, esforcémonos por esto y seremos escuchados.

Ir y creer para calmar nuestra hambre y sed

En el Evangelio de ayer el Señor nos decía que para hacer lo que Dios quiere que hagamos debemos creer en él, es decir en el que el Padre ha enviado; hoy la gente le pregunta al Señor ¿qué signo vemos para que creamos en tí? "¿Cuál es tu obra?". Luego de escuchar a la gente y la mención sobre el maná recibido en el desierto por sus padres, Jesús les responde que ése pan lo recibieron porque Dios se los concedió, así pues, ése es el Pan verdadero que baja del cielo y da vida al mundo. Cuando les habló así, ellos pidieron de ése pan diciendo: "Señor, danos siempre de ese pan". Finalmente en el Evangelio de hoy, el Señor Jesús responde a todos dando su enseñanza. "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed". Nos quedamos hoy con estas dos ideas para meditar. Los que van donde Él Éstos no pasarán hambre. El Señor Jesús responde aquí a la necesidad humana de comer, el cuerpo necesita de alimento para qu...

Qué bueno es el Señor

Muchos motivos hay para agradecer la bondad del Señor. Aquí uno más. Sucede que cuando lo buscamos, sea con un grito o un susurro él nos escucha. Estos gritos o susurros que manifiestas nuestras inquietudes o desesperaciones frente a diversas generan en nosotros angustias, el salmo 33 nos sigue dando luces, pues frente a lo anterior nos dice que el Señor nos libera de esas angustias. Por último agradezcamos a Dios pues él está cerca de nosotros cuando pasamos por tribulaciones, él nos salva cuando estamos abatidos, cuando suframos males allí está él para ayudarnos.

Invoquemos al Señor

No pocas veces en nuestra vida atravesamos por momentos de aflicción, momentos difíciles en los que tenemos que dar testimonio de lo que creemos, pero cuesta, no es algo sencillo, el ánimo nos juega en contra, nos desalentamos, se presentan en el camino otras ofertas y muchas veces no sabemos cómo asumir y llevar este momento. El Señor nos da hoy una clave en el salmo que propone la liturgia de hoy. "Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha", dice la antífona. Y efectivamente se presenta como algo que debemos hacer: Invocar al Señor, el mismo salmo nos propone "consultar" cuando dice en una de sus estrofas "yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias". Debemos considerar a Jesús en nuestras dificultades, consultarle, hablarle, para esto nos ayudará ir a visitarlo a una capilla y arrodillarnos o sentarnos a conversar con él, contarle lo que nos sucede, nuestros problemas, como bien dice este salmo, él nos responderá, y nos ...

Lo que sabemos y hemos visto

En el Evangelio de hoy se nos presenta una conversación entre el Señor Jesús y Nicodemo, en el diálogo, éste no entiende cómo será posible nacer de nuevo, que era lo que el Maestro les estaba enseñando. Entonces Jesucristo le responde con las dos líneas que meditaremos a continuación. Esta meditación nos servirá para revisar algunas ideas respecto al apostolado. De lo que sabemos hablamos En el tiempo de la resurrección los discípulos del Señor Jesús salieron a anunciar esta buena noticia, que él, el que había venido, el que enseñó, sanó, obró milagros, fue crucificado y murió, ha resucitado, que se había cumplido todo según su Palabra. Esto es lo que los apóstoles del Señor comienzan a predicar, es sobre lo que hablaban pues era lo que sabían, y comienzan a enseñarlo, es así que se cumple lo dicho por Jesús a Nicodemo "de lo que sabemos hablamos". ¿Qué sabemos ahora? ¿Conocemos nuestra fe? ¿Conocemos lo que profesamos en la oración del Credo? ¿Conocemos al Señor Jes...

Ninguna cosa es imposible para Dios

Con la Resurrección el Señor Jesús nos ha fortalecido nuestra debilidad, nuestra poca fe en él, nos ha dicho que todo lo que nos había enseñado es la verdad que viene de Dios, como disipó el miedo, el temor de los discípulos, lo ha hecho con nosotros, respondiendo a nuestra incredulidad. Él ha resucitado como lo había dicho. Hoy, en la liturgia peruana, se nos presenta lecturas de la solemnidad de la anunciación del Señor, pasadas para esta fecha porque cayeron en semana santa. En fin. A Santa María el ángel Gabriel que se le presenta en la anunciación, como leemos en el Evangelio (San Lucas 1, 26-35) le dice "porque ninguna cosa es imposible para Dios", luego de haberle contado acerca de Isabel, la prima de María, quien ya anciana daría a Luz también a un niño, aquella a quien llamaban estéril. El Señor nos invita hoy a creer y tener fe en él, teniendo además este dato dado por el ángel por el cual nuestra fe se debe fortalecer más, pues hemos de saber siempre que nada e...

La tercera vez

El Evangelio de hoy nos recuerda la tercera vez en la que el Señor Jesús Resucitado se aparece a los discípulos. Sucede cuando ellos ya habían estado pescando toda la noche sin éxito y el Señor se les presenta, ya habiendo amanecido, y los invita a ir hacia el mar y echar la red hacia la derecha para pescar, así lo hicieron y así sucedió, pescaron muchos peces. Se muestra en este Evangelio (Jn 21, 1-14) algunos detalles interesantes que será bueno en esta ocasión repasarlos. Primero: El Señor tiene algo preparado, los alimentos, ellos logran ver unas brasas con pescado y pan. Y les dice que lleven algunos de los peces que ellos habían pescado. Jesús, que siempre ha generado comunión con sus discípulos esta vez lo vuelve hacer, los invita a comer con él en un espacio de comunión, de compartir los alimentos juntos, con el Señor. Segundo: Se trataba de ciento cincuenta y tres peces, y siendo tantos las redes no se rompieron. Comentar esto en el Evangelio evidencia que si es una sorp...

Por obra del Señor Jesús

En la primera lectura que la liturgia nos propone hoy, Pedro nos da una lección acerca de cómo hoy debemos proceder en nuestras acciones evangelizadoras, acciones de apostolado, en la pastoral. Ayer en la primera lectura se narró la curación milagrosa que realizan Pedro y Juan en nombre de Jesús a un paralítico; hoy, vemos cómo el pueblo había quedado en mucho asombro ante el suceso, entonces Pedro les dirige unas palabras al verlos reunidos y comienza con dos preguntas "¿Por qué os extrañáis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud?". En esta pregunta está la clave, no han sido ellos los que han obrado, no lo han hecho con propio poder o virtud, al contrario han obrado en nombre del Resucitado. Pues porque el ciego ha creído en el nombre de Jesús, le ha devuelto la vista, ha sido curado. Entonces queda claro que es nombre de Jesús que los discípulos comienzan a obrar cosas maravillosas, no por sus propias fuerzas,...

Meditaciones sobre el camino de Emaús - III

"...y lo reconocieron" A los discípulos se les abrió los ojos cuando el Señor Jesús, resucitado, al quedarse con ellos y sentado con ellos a la mesa, "tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio". Reconocen al resucitado en un gesto, el gesto de la Eucaristía, el momento de la cena se les viene a la mente, recuerdan aquél gesto que el Señor Jesús hizo en el día en el que los amó hasta el extremo, como dice el Evangelio de san Juan. Se les abre los ojos con ése gesto, entonces lo reconocen, pero él luego desapareció. Ésto es lo que nuestro Buen Maestro nos ha dejado. Que lo reconozcamos realmente presente en la Eucaristía, éste gesto de amor para con nosotros, como él ha querido quedarse con nosotros. Quiere el resucitado que lo veamos allí, que nos encontremos con él, que lo recibamos para que él esté con nosotros y nosotros con él, como lo fue con sus discípulos. Como fruto de esta experiencia sucederá lo mismo en nosotros que a los discípulos ...

Meditaciones sobre el camino de Emaús - II

Expectativas de los discípulos de Emaús Sucedió entonces que los discípulos comenzaron a contarle al Señor lo que ellos pensaban. Ellos respondieron así a la pregunta de Jesús: "Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron." Los discípulos narran cada uno de los sucesos importantes de la vida pública del Señor, sobre sus obras y palabras,...

Meditaciones sobre el camino a Emaús - I

En el Evangelio que meditamos hoy recorremos con los discípulos que van por el camino hacia el pueblo llamado Emaús uno de los relatos del tiempo de la Resurrección del Señor, son varios los encuentros que tiene Jesús resucitado con sus discípulos, éste es uno de ellos. Y en el relato del Evangelio según san Lucas (24, 13-35) descubrimos algunas luces y enseñanzas para este tiempo. Haremos un intento de meditarlas en esta ocasión. El resucitado camina con ellos Narra san Lucas que "Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos -recalca- no eran capaces de reconocerlo". ¿Por qué no pudieron reconocer a Jesús? ¿Acaso era el Señor que no lo permitió, no quiso aún ser reconocido por ellos? Es posible que el Resucitado no haya permitido que eso sucediera. Más adelante el evangelista escribe que cuando el Señor partió el pan se les "abrieron los ojos y lo reconocieron". Si así sucedió con los discípulos en aquél momento ¿Por qué no podríamo...