Ir al contenido principal

Meditaciones sobre el camino de Emaús - II

Expectativas de los discípulos de Emaús

Sucedió entonces que los discípulos comenzaron a contarle al Señor lo que ellos pensaban. Ellos respondieron así a la pregunta de Jesús: "Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron."

Los discípulos narran cada uno de los sucesos importantes de la vida pública del Señor, sobre sus obras y palabras, que fue condenado a muerte y murió crucificado. También manifiestan sus expectativas frente al Maestro, que él fuera el futuro "liberador de Israel", y frente a  esa expectativa hay una decepción clara cuando dicen "y ya ves" es decir, como ves no ha sucedido así. Respecto a la resurrección hay algunas luces frente a algunos sucesos que les han contado pero no tiene la potencia de un acontecimiento verdadero.

¿Nos sucede lo mismo hoy? ¿Qué esperamos nosotros del Señor? ¿Qué esperas tú? Esperas que sea el que te solucione los problemas. ¿Qué esperas del Señor Jesús que ha resucitado? Y caemos en la misma dinámica, sabemos lo que ha sucedido, lo decimos, lo manifestamos cuando conversamos con otras personas, pero son palabras sin la fuerza del testimonio de la convicción, no estamos del todo convencidos que eso sea algo que tiene un poder transformador.

Necedad y torpeza 

El diccionario define necio a aquél que es ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber y torpe a aquel que es tardo en comprender. Esto es lo que el Señor les dice a los discípulos luego de escuchar las cosas que venían pensando "Qué necios y torpes son ustedes para creer lo que anunciaron los profetas". Efectivamente así lo es, pues el Señor Jesús cuando estuvo con ellos tantas veces explicó, tantas veces predicó sobre lo que tenía que suceder pero sus mentes no estuvieron abiertas, algunos tenían otras expectativas y eso probablemente distorsionaba la figura del Señor. Les dice necios y torpes, es decir que son tardos para comprender lo que de él ha sido anunciado por los profetas, lo que él mismo ha revelado de sí mismo. Y ante esto el resucitado, escribe san Lucas "lo que se refería a él en toda la Escritura" comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo vivir la misericordia de Dios en la vida diaria

" Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso... Con la medida que midáis, se os medirá " (Lc 6,36.38).  Estas palabras del Señor Jesús nos tocan profundamente. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado midiendo nuestra compasión, calculando nuestro perdón, racionando nuestro amor? En este pasaje, Él nos invita a un ejercicio de conversión: aprender a amar como ama el Padre . Entre dos medidas: la humana y la divina  Nuestra naturaleza humana tiende a calcular, a medir, a sopesar el dar y el recibir. Es muy comprensible: buscamos protegernos, queremos asegurar cierta reciprocidad. Pero Jesús nos presenta una medida diferente: la medida desbordante del amor divino. La misericordia de Dios no conoce límites, no lleva cuentas, no guarda registro de los agravios . Difícil ¿no?  El desafío de la misericordia sin límites ¿Cómo amar a quien nos ha herido? ¿Cómo perdonar lo que parece imperdonable? La lógica humana nos empuja hacia la retribución, pero el Evangelio nos lla...

Corre con perseverancia la carrera de la fe según Hebreos 12,1-4

La lectura de Hebreos 12,1-4 nos ofrece una imagen de la vida cristiana como una carrera de resistencia. Reflexionemos sobre las lecciones que nos deja este pasaje: 1En consecuencia: teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, 2fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. 3Recordad al que soportó tal oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo. 4Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado. La esperanza nos precede  Nos precede la esperanza en que una multitud de santos ya ha llegado a la meta. Esta meta indica que los que estamos aquí y ahora andamos en una carrera para alcanzarla. En este sentido, los deportistas entenderán rápidamente que una competencia requiere luch...

El árbol plantado junto al agua, la figura del que confía en el Señor

"El que pone su confianza en el Señor, será como un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces". Dice la primera lectura que nos propone hoy la liturgia y está tomada del libro de Jeremías  (Jer 17, 5-10).  En la lectura se presentan tres beneficios para el que practica esta confianza en el Señor. Es bendito. Recibe la bendición, pues el que, por el contrario, confía más en sí mismo, recibe la maldición porque ha apartado su corazón del Señor. El que pone su confianza en Dios recibe bendiciones , será bendito a los ojos de Dios. La lectura plantea una segunda figura: "cuando llega el calor no teme". Ante la intensidad de los rayos del sol, las hojas del árbol pueden comenzar a secarse, sin embargo el árbol plantado junto al agua no tiene por qué "preocuparse" pues aunque sea muy intenso el calor sus hojas estarán siempre verdes . La experiencia de aquél que está siempre junto al Señor será esta, no tiene de qué temer, pues aunque...