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Invoquemos al Señor

No pocas veces en nuestra vida atravesamos por momentos de aflicción, momentos difíciles en los que tenemos que dar testimonio de lo que creemos, pero cuesta, no es algo sencillo, el ánimo nos juega en contra, nos desalentamos, se presentan en el camino otras ofertas y muchas veces no sabemos cómo asumir y llevar este momento.

El Señor nos da hoy una clave en el salmo que propone la liturgia de hoy. "Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha", dice la antífona. Y efectivamente se presenta como algo que debemos hacer: Invocar al Señor, el mismo salmo nos propone "consultar" cuando dice en una de sus estrofas "yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias".

Debemos considerar a Jesús en nuestras dificultades, consultarle, hablarle, para esto nos ayudará ir a visitarlo a una capilla y arrodillarnos o sentarnos a conversar con él, contarle lo que nos sucede, nuestros problemas, como bien dice este salmo, él nos responderá, y nos librará de las ansias que experimentamos, tenemos que hacerlo creyendo en él.

Entonces vayamos a consultarle, invoquemos su ayuda, la necesitamos, y debemos tener la seguridad, como manifestación de nuestra fe, que él nos escuchará y responderá.

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