Enseñanzas de San Pablo a Timoteo - Parte II
Sigamos aprendiendo de las enseñanzas del Apóstol a Timoteo, aprovechando las primeras lecturas que la Liturgia de nuestra madre La Iglesia nos propone en estos días. Hoy nos toca leer 2 Tim 2, 8-15. Y quisiera que nos fijemos a partir del versículo 11 al 13, donde leeremos:
Usualmente solemos escuchar mucho que el Señor Jesús ha muerto por nosotros, y por esta muestra de sobreabundancia de amor nos damos conocemos de la misericordia del Padre con sus hijos, Él entrega a su Hijo para salvarnos; conociendo a este Dios amoroso nos acercamos a él para pedirle ayuda, y le rogamos por nuestras intenciones al Señor que nos ha invitado a pedir para que se nos de.
Ahora San Pablo nos plantea una premisa que llama la atención porque presenta una aproximación que también podemos tener hacia el Señor en nuestra oración y vida cotidiana, nos dice "si hemos muerto con él", ¿Qué nos quiere decir con esto? antes, al inicio del versículo 11, nos ha dicho que es cierta esa afirmación; el Apóstol que sufre por el anuncio del Evangelio, y tiene sufrimientos de persecución, de cárcel, de cadenas, de maltrato hasta ser considerado un malechor, nos dice "si morimos con él". Nosotros, como nos propone San Pablo, también podemos ayudar al Señor Jesús a cargar la Cruz, podemos ayudarlo con las cargas que la Iglesia lleva ahora por el anuncio del Evangelio, nosotros también podemos morir con el Señor, debemos entonces acercarnos a preguntarle, hoy jueves eucarístico, ante la Santa Hostia expuesta a nuestros ojos, ¿Señor cómo quieres que te ayude? ¿Con qué asuntos quieres que te ayude? y recordemos lo que San Pablo nos dice desde su experiencia «si morimos con él, también viviremos con él».
«si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él»
Para estar en el Reino con el Señor debemos aquí ser perseverantes, constantes, firmes en nuestra vida cristiana, en vivir como Cristo en cada una de las cosas que hoy nos toca asumir, realizar, con cada una de las personas que nos crucemos. Nos invita con esto, San Pablo, a vivir la fidelidad a Cristo, como él nos lo demuestra con su vida. Si esto hacemos reinaremos con el Señor.
«si le negamos, también él nos negará; si somos infieles, él permanece fiel»
¿Cómo podemos negar hoy a Cristo? No es que los que nos llamamos católicos digamos "No soy cristiano" "No quiero seguir a Cristo", claro, no lo pronunciamos por la boca, pero lo anunciamos muchas veces con nuestras acciones, negamos a Cristo cuando no obramos según la caridad que él nos ha enseñado, cuando no escuchamos sus enseñanzas, cuando preferimos las propuestas del mundo, cuando hacemos caso a otras ideas, entonces estamos negando al Señor, cuando perdemos la esperanza en él.
«Si hemos muerto con él, también viviremos con él»«11 Es cierta esta afirmación: Si hemos muerto con él, también viviremos con él; 12 si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará; 13 si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo».
Usualmente solemos escuchar mucho que el Señor Jesús ha muerto por nosotros, y por esta muestra de sobreabundancia de amor nos damos conocemos de la misericordia del Padre con sus hijos, Él entrega a su Hijo para salvarnos; conociendo a este Dios amoroso nos acercamos a él para pedirle ayuda, y le rogamos por nuestras intenciones al Señor que nos ha invitado a pedir para que se nos de.
Ahora San Pablo nos plantea una premisa que llama la atención porque presenta una aproximación que también podemos tener hacia el Señor en nuestra oración y vida cotidiana, nos dice "si hemos muerto con él", ¿Qué nos quiere decir con esto? antes, al inicio del versículo 11, nos ha dicho que es cierta esa afirmación; el Apóstol que sufre por el anuncio del Evangelio, y tiene sufrimientos de persecución, de cárcel, de cadenas, de maltrato hasta ser considerado un malechor, nos dice "si morimos con él". Nosotros, como nos propone San Pablo, también podemos ayudar al Señor Jesús a cargar la Cruz, podemos ayudarlo con las cargas que la Iglesia lleva ahora por el anuncio del Evangelio, nosotros también podemos morir con el Señor, debemos entonces acercarnos a preguntarle, hoy jueves eucarístico, ante la Santa Hostia expuesta a nuestros ojos, ¿Señor cómo quieres que te ayude? ¿Con qué asuntos quieres que te ayude? y recordemos lo que San Pablo nos dice desde su experiencia «si morimos con él, también viviremos con él».
«si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él»
Para estar en el Reino con el Señor debemos aquí ser perseverantes, constantes, firmes en nuestra vida cristiana, en vivir como Cristo en cada una de las cosas que hoy nos toca asumir, realizar, con cada una de las personas que nos crucemos. Nos invita con esto, San Pablo, a vivir la fidelidad a Cristo, como él nos lo demuestra con su vida. Si esto hacemos reinaremos con el Señor.
«si le negamos, también él nos negará; si somos infieles, él permanece fiel»
¿Cómo podemos negar hoy a Cristo? No es que los que nos llamamos católicos digamos "No soy cristiano" "No quiero seguir a Cristo", claro, no lo pronunciamos por la boca, pero lo anunciamos muchas veces con nuestras acciones, negamos a Cristo cuando no obramos según la caridad que él nos ha enseñado, cuando no escuchamos sus enseñanzas, cuando preferimos las propuestas del mundo, cuando hacemos caso a otras ideas, entonces estamos negando al Señor, cuando perdemos la esperanza en él.
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