Sean fuertes y valientes de corazón, los que esperan en el Señor
En el salmo que la liturgia nos propone hoy encontramos esta antífona, buena y adecuada para lo que nos toque enfrentar en el día de hoy. Muchas personas que trabajan comentan que les toca enfrentar muchas dificultades durante el día, que ven malas acciones, escuchan palabras poco saludables, y claro viviendo así todos los días se hace más difícil ser de los que nadan contracorriente, ahora va tomando más peso las palabras de la antífona de este salmo "sean fuertes y valientes de corazón".
Aunque en nuestro interior puede sonar esto muy fuerte y podemos descubrir una luz para el camino, quizá lo segundo nos ayude aún más, dice el Salmo "los que esperan en el Señor", y es que este es nuestro horizonte que día a día debemos tener entre ceja y ceja, los que esperamos en el Señor encontraremos esa fortaleza y valentía que él sólo nos la da, en los sacramentos y cuando lo buscamos en la oración pidiendo ayuda, él nos responde para darnos la valentía, pero recibiéndolo seremos fuertes para los embates cotidianos.
Aunque en nuestro interior puede sonar esto muy fuerte y podemos descubrir una luz para el camino, quizá lo segundo nos ayude aún más, dice el Salmo "los que esperan en el Señor", y es que este es nuestro horizonte que día a día debemos tener entre ceja y ceja, los que esperamos en el Señor encontraremos esa fortaleza y valentía que él sólo nos la da, en los sacramentos y cuando lo buscamos en la oración pidiendo ayuda, él nos responde para darnos la valentía, pero recibiéndolo seremos fuertes para los embates cotidianos.
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