Convertirnos de nuestra mala conducta

"Que se convierta cada cual de su mala vida" es el pedido del rey de Nínive a su pueblo por decreto. La primera lectura que la Liturgia nos propone hoy narra el pasaje de Jonás que predica a Nínive que la ciudad será destruida en cuarenta días, invitándolos a la conversión, vemos cómo este mensaje es promovido también por el rey. El dato interesante es que la lectura hace mención que Dios ve todo el esfuerzo de los ninivitas por cambiar y finalmente se compadece de ellos.

De esto propongo quedarnos hoy con estas dos ideas:
  1. Esforzarnos por convertir nuestra mala conducta, convertir nuestro corazón al Señor Jesús, 
  2. Y hacer todo esto no para que nos vean los hombres y mujeres en este mundo sino para que sea Dios quien nos vea.
Buena cuaresma!

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