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¿Cómo es una oveja del Señor?

Es hermosa la lectura del Evangelio de hoy, en una parte de ella veremos una lección que nos da el Señor Jesús para saber cómo portarnos como ovejas suyas, como si le hubiésemos preguntado ¿Señor cómo es una oveja tuya? y él responde «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano». (Jn 10, 27-28). 

Sus ovejas lo escuchan. Ovejas del Señor son las que diariamente van en busca de su Palabra, reconocen en ella dirección, guía, orientación para todo cuanto deben hacer, se ven necesitadas de su Palabra, por esto es que la buscan.

El Señor conoce a sus ovejas. Una oveja del rebaño del Señor Jesús tiene un espacio en donde se deja conocer por su Pastor, ve esto como algo esencial en su vida, pues al hacerlo está siendo disponible para lo que su pastor necesita de ella.

Sus ovejas lo siguen. La fidelidad es una característica importante de las ovejas del Señor, lo siguen siempre a donde él las lleva, sin saber, sin reclamar, sin mirar a otros lados, fieles confiando en su pastor caminan por donde este las lleva. Las ovejas de Jesús no siguen a otros pastores más que a él.

Finalmente el Señor premia a sus ovejas, les da la vida eterna para que no perezcan jamás, ya en la tierra lo hace con la Eucaristía, las fortalece para que no perezcan en la misión que él les encomienda y al estar siempre con su Pastor nadie las arrebatará de su mano.

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