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La esperanza a la que hemos sido llamados

San Pablo en la carta a los Efesios, la segunda lectura de hoy, dirige una oración a través de la cual nos muestra la vida a la que hemos sido llamados, la "riqueza gloriosa" a la que debemos aspirar, le pide al Padre, en su oración, que les de espíritu de sabiduría y de revelación para conocerlo. En esto primero podemos ver la remisión a la gracia que es necesaria para conocer a Dios para tener sabiduría para poder comprender sus designios para nosotros, aquí nos enseña el Apóstol ha pedir al Padre siempre que nos regale el don necesario para conocerlo.

Luego dice que sea el Padre que ilumine los ojos de nuestro corazón para que comprendan la esperanza a la que han sido llamados. Me parece interesantes las palabras que usa, "ojos de nuestro corazón", pues con el corazón es que podemos percibir y ver la esperanza que el Señor nos ha dado, la de la vida eterna, a la que él asciende, los cielos, su reino, ésa es la riqueza que debemos tener como meta, es la herencia por la que nos debemos esforzar en las cosas que hacemos.


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