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Mostrando entradas de marzo, 2013

"Oren para no caer en tentación"

Seguimos meditando el Evangelio de hoy, Domingo de Ramos. El Señor Jesús, luego de haber estado con sus discípulos en la última cena, sale y va como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos. Dice la Escritura que cuando llegaron el Señor les dice "oren para no caer en tentación". Luego Jesús se aleja de ellos y se dirige en oración al Padre que está en los cielos. Es la hora del malvado, tentará a los discípulos, y el Señor lo sabe, buscará zarandearlos, dispersarlos, distraerlos, a esto el Señor Jesús les da la respuesta de lo que deben hacer, les dice que oren, que recen, y se los repite cuando va a verlos y los encuentra dormidos, les dice nuevamente que oren para no caer en tentación. La respuesta también para nosotros en este momento es rezar, es la hora del malvado y debemos rezar por nuestra fidelidad, rezar porque ante nuestra fragilidad nos damos cuenta que no podemos solos y que si somos zarandeados fuertemente podemos caer, necesitamos for...

Oración del Señor por sus discípulos

Los que están con el Señor tienen la oración del Señor.  En el Evangelio de hoy Domingo de Ramos podemos ver cuando el Señor Jesús le dice a Pedro que Satanás había pedido poder para zarandearlos como el trigo, y seguidamente le dice "pero yo he rogado por tí, para que no te falte la fe". Es el mismo Jesucristo que reza por aquél que ha decidido seguir al Señor. Sabemos que Simón, Pedro, niega al Señor tres veces. Habiendo sido de los que, efectivamente, estuvieron siempre con Jesús, uno de sus discípulos, como le dijeron, él negó esa verdad, y luego llora amargamente al escuchar que el gallo cantaba tres veces. Hay una cita de las palabras del Señor en el Evangelio de San Lucas que es muy iluminador, pues Jesús le dice a Pedro "Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos", y es que luego de esta crisis por la que Pedro atraviesa, regresará, y ya tiene una misión encomendada por el Señor Jesús, debe confirmar a sus hermanos, ayudarlos a fortalecer la f...

El hijo y el esclavo

Hoy escucharemos del Señor Jesús esta enseñanza «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8, 31-32). En aquel diálogo le responden "nunca hemos sido esclavos de nadie ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?".  Nuevamente vemos que no entienden al Maestro, son palabras que no son acogidas, que como él mismo dice más adelante su palabra no penetra en ellos. Vemos en esta primera enseñanza un presupuesto para ser discípulos del Señor Jesús, mantenernos fieles a su Palabra, perseverantes en la escucha, la acogida y la concresión. Pero como la Palabra del Señor no es acogida ellos reaccionan ante algo que les incomoda, que el Señor les haya dicho que la verdad que él trae les hará libres, por eso responden a eso, ante lo cual Jesús responde dejándonos una enseñanza sobre lo que significa ser hijos y por otro lado ser esclavos. Hoy responde en el evangelio: «Os aseguro que quien comete pecado es es...

El mundo necesita de nuestro testimonio de fidelidad

Ante el testimonio de fidelidad de los servidores de Dios, Sadrac, Mesac y Abed, el rey Nabucodonosor termina exclamando "Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y prefirieron arrostrar el fuego antes que venerar y adorar otros dioses que el suyo." Sucedió que estos tres se habían negado hacer caso a la propuesta del rey de adorar a otro dios, que era una estatua de oro que había erigido, y como escuchamos o leemos en la primera lectura de hoy, Nabucodonosor se enoja y los manda a un horno con el fuego siete veces más fuerte de lo usual. Al ver a cuatro en vez de tres en el horno, diciendo "¿cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir nada?", es que el rey se admira. El testimonio de fidelidad al Señor Jesús ante los dioses que propone el mundo, tiene una fuerza arrasadora, esta fidelidad nace de la confianza que los tres siervos m...

Corriendo hacia el Señor

Como hemos escuchado o leído en el Evangelio de hoy , el Señor Jesús le dice hoy a la mujer que iba a ser condenada por sus pecados «Anda y en adelante no peques más», esas palabras son las que también escuchamos hoy cuando acudimos al sacramento de la reconciliación, a confesar nuestros pecados al Señor, "ve y en adelante no peques más". ¿Qué sucede si a los pocos días volvemos a caer en un pecado? ¿No hemos de regresar por que el Señor nos dijo que ya no pequemos más? Todo lo contrario, debemos regresar, pues hemos sido frágiles, hemos caído y debemos regresar a decirle al Señor Jesús que nos perdone,  a pedir la gracia de su misericordia, que como hoy nos lo ha dicho el Papa Francisco "El Señor jamás se cansa de perdonar", dijo también el Papa que más bien somos nosotros los que nos cansamos de acudir a él ¿qué hacer entonces cuando estemos cansados? La segunda lectura nos ilumina en esto. Dice san Pablo: "yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo b...

La respuesta del mundo frente al justo

Hoy la Liturgia nos da una gran enseñanza con la primera lectura, tomada del libro de Sabiduría (2, 1a. 12-22). Leeremos "Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar..." Sólo con esta primera línea descubrimos una mirada de la acción del mundo o la respuesta del mundo frente a las acciones y propuestas de aquél que sigue al Señor Jesús, molestamos, nos oponemos precisamente a la manera de obrar del mundano, porque somos de Jesucristo y buscamos hacer lo que el Maestro bueno nos ha enseñado. Entonces del mundo no podemos esperar un buen trato, no está contento con nuestras obras, las ven como opuesto a las suyas; más adelante la lectura señala "su malicia los ha enceguecido. No conocen los secretos de Dios, no esperan retribución por la santidad, ni valoran la recompensa de las almas puras". La práctica del mal enceguece la vista, no deja ver bien, por lo tanto, menos acercarse a la verdad. Debemos nosotros mostrar la verdad...

Habemus Papam Franciscum

Bendición Urbi et Orbi: Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja. (Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre). Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan h...

Miremos siempre a Cristo

¿Quieres curarte? pregunta el Señor Jesús al hombre con el que se encuentra en la piscina de Betsata, éste llevaba enfermo treinta y ocho años. La respuesta que da a esta pregunta fue: "no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes", entonces Jesús le dice «Levántate, toma tu camilla y camina». Meditemos hoy en la respuesta que este hombre enfermo da a la pregunta de Jesús. Durante mucho tiempo efectivamente, este hombre ha intentado y tratado, por esto debe ser que su mirada se ha quedado marcada por esa experiencia de impotencia, de estar cerca de la fuente y no poder llegar a tiempo, el Señor Jesús le hace una pregunta que esperaba quizá un inmediato sí, más él contesta con la experiencia que lo ha marcado. La salvación le estaba hablando al hombre enfermo y su mirada no estaba en él, sino en su posibilidad, en lo que él esperaba, en lo visible. Esta parte del Evangelio nos invita a mirar a Crist...

Él está con nosotros

"El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob." reza la antífona para el salmo que meditaremos a continuación, luego de mirar también las estrofas. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor las maravillas que hace en la tierra. Definitivamente es el Señor quien está con nosotros, entonces cabe la pregunta ¿Por qué temer? Si es él quien está de nuestro lado. Comenzando a leer el salmo se muestra como nuestro refugio y fortaleza ante el peligro, enseñándonos que precisamente en esos momentos es cuando más debemos acudir a él, pues es "podero...

Estar cerca de Dios

«Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario» es lo que leemos hoy en la primera lectura que nos propone la liturgia (Ezequiel 47,1-9.12), nos recuerda al salmo primero «...es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien». El agua de la que se habla en esta primera lectura viene del Santuario, es decir proviene de un lugar santificado por la presencia de Dios, aquél que se esfuerza por crecer al costado de esta corriente de agua será como el árbol del salmo, éste no se marchitará, como dice esta lectura que meditamos, y todos los meses producirá nuevos frutos. Debemos esforzarnos por crecer en nuestra vida al costado del agua que viene de Dios, habiendo sido bautizados por esa agua no nos alejemos, crezcamos jun...

Fe en la Palabra de Jesucristo

Continuando con la meditación del Evangelio que hoy nos propone la liturgia (v er aquí ), ahora con una segunda reflexión, nos fijaremos en el diálogo que mantiene el Señor con un funcionario real en Galilea que al saber de su llegada y teniendo un hijo enfermo, fue a verlo y le suplicó que acudiera a ver a su hijo moribundo. Jesús le dice "Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen", luego el funcionario sin hacer mucho eco le responde "Señor, baja antes que mi hijo se muera", entonces Jesús le dice "Vuelve a tu casa, tu hijo vive". En este caso el Señor no acude al lugar en donde se encuentra el hijo del funcionario, no se dirige a realizar un milagro como en otra ocasión en el sitio en donde se le reclama, esta vez hace algo distinto, para la fe del funcionario el Señor pronuncia unas palabras, sin estar en el lugar, lo dice, al funcionario le corresponde creer, y esto es lo que hace, como vemos en el Evangelio "el hombre creyó en la palabra ...

Acoger al Señor

En el Evangelio de hoy leemos o escuchamos que Jesús habiendo estado en su pueblo natal y declarando que un profeta no goza de prestigio en su propio lugar, partió hacia Galilea, en donde fue bien recibido, y aquí el Evangelio de san Juan dice seguidamente "porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Pascua". Esta línea nos permite una primera reflexión. Los Galileos habían visto lo que Jesús hizo y por eso lo reciben bien. Si nos ponemos a pensar por un momento en nuestros días, veremos que aunque algunos señalen que cada vez la gente sabe menos de Jesús, muchos saben quién es, sea por la piedad popular, por algún sacerdote, por los colegios, o por alguna persona cercana a la familia, sabemos lo que Jesús hizo, conocemos algunos hitos de su historia, hay algunas semillas de Evangelio esparcidas por varias partes, pero no se da lo primero, aquello de recibirlo o acogerlo bien. Esto nos ayuda hoy a preguntarnos algo, sabiendo lo que Cristo hizo por ...

Seamos agradecidos con Dios

Con el salmo que la liturgia nos propone hoy ( Salmo 29 ) aprendemos a ser agradecidos con Dios, por lo que hace por nosotros, darle gloria, es decir glorificarlo, porque nos ha salvado del pecado y continuamente nos salva, nos ayuda, nos libra del mal cuando se lo pedimos; bien dice en su primera estrofa " te ensalzaré Señor, porque me has librado ". El salmo que hoy meditamos da las gracias a Dios y el deseo de alabarlo de parte del autor porque él lo ha salvado del abismo, lo hizo revivir. Cuántas veces somos testigos de la acción de Dios en nuestras vidas, y en esos momentos ¿Qué hacemos? Como cuando alguien nos hace un favor y se lo agradecemos debemos también manifestar nuestro agradecimiento a Dios, y de manera personal, es decir ir a buscarlo a una capilla y darle las gracias. La última estrofa nos da una jaculatoria que debemos siempre repetir cuando necesitamos ayuda " Escucha,  Señor, ten piedad de mí; ven a ayudarme, Señor ". Y otra para manifestar n...

Todo el que se ensalza...

«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado» nos enseña el Señor Jesús hoy, luego de relatar una parábola. Difícil es no caer en esto -no ensalzarse-, sobre todo cuando se está acostumbrado a hablar más o primero y decir mucho sobre nosotros mismos y poco de lo bueno que hacen o dicen los otros. Pero claro está, por el Evangelio de hoy, que debemos combatir con esta tendencia que nos puede llevar al egocentrismo e individualismo, pensar sólo en nosotros y no en los demás, el fruto será andar por doquier ensalzándose, cantando sólo lo que uno hace. En cambio quien se humilla, éste será enaltecido, porque no es esencial quedar enaltecido en la tierra, como hacer méritos en ella para ser enaltecidos más bien en el cielo, en la vida futura. Una clave que ayude podría ser aprender a escuchar a los demás, promover el deseo de conocerlos, para así salir del escenario principal y poner más bien al otro ante nuestros ojos, buscar conocerlo, saber lo que hace, l...

Volver al Señor

El hijo pródigo, como es relatado por el Señor Jesús (Lc 15, 11), en un momento toma consciencia. Habiendo visto hasta dónde había llegado, recuerda cómo eran tratados los jornaleros de su padre, entonces se dice "iré donde mi padre y le diré: he pecado contra el cielo y contra ti  no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros". Al leer y meditar hoy en la primera lectura que nos propone la liturgia (Oseas 14, 2-10) nos encontramos en le primera parte con la voz del Señor que a través del profeta llama la atención a Israel, que como el hijo pródigo del Nuevo Testamento, ha pecado y ha tropezado por su falta, y le dice "conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor". Esta es la conversión. Implica entrar en sí mismo, como lo hace el hijo pródigo (Lc 15, 17) en este momento toca, siguiendo esta primera lectura que meditamos, tomar consciencia que hemos tropezado en el camino a cau...

Prestemos oído a los consejos de Dios

Los consejos suelen ser indicaciones o pautas que vienen de personas que han vivido más tiempo y en ello han ganado experiencia frente a las cosas que la vida les ha presentado, por lo tanto, resultan buenas indicaciones para un joven peregrino que recién comienza a dar pasos en la vida. Los papás aconsejan a los hijos, los abuelos a sus nietos, las personas mayores a los jóvenes y niños, el profesor al alumno, el sacerdote al fiel, el obispo a sus sacerdotes, un sacerdote mayor a los jóvenes, un empresario con más experiencia al que recién comienza, y así podríamos decir que sucede en cuanta especialidad encontremos. Un mecánico aconseja a un cliente sobre cómo debe cuidar su automóvil, podemos seguir mencionando muchos ejemplos. Nos queda claro, cuando no hacemos caso, que luego lamentamos no haber oído bien a aquél con mayor experiencia. En la primera lectura se nos muestra lo que también nos sucede hoy, como pasaba con el pueblo elegido, como pasa con nosotros varias veces, que ...

¿En quién ponemos nuestra confianza?

En la última parte del Evangelio de hoy (Lc 11, 14-23) el Señor Jesús dice: " Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama ." Y en esto, por supuesto, encontramos una enseñanza. Muchas veces nos fiamos de nuestras propias fuerzas,  y nos vemos fuertes y bien armados, con esto protegemos nosotros mismos nuestra casa, pensamos que con eso basta, nos sabemos seguros, pero efectivamente no consideramos la posibilidad de algo que venga en contra nuestra y que sea más fuerte, por lo tanto nos vence y tira abajo todas nuestras seguridades, viene el más fuerte y nos quita las armas de las que nos fiamos, entonces ¿qué haremos? La respuesta la da el mismo Señor cuando dice: " el que no está conmigo ", efectivamente nos toca "estar con él", nuestra segu...

Anuncio de la Palabra de Dios

El hombre de hoy que hace oración y que reza y medita la Palabra de Dios está invitado a enseñarla a los demás, no quedársela para sí mismo, sino compartirla, pues esta Palabra que está en la Sagrada Escritura nos da sabiduría, nos enseña a proceder rectamente en cada una de las cosas que cada día debemos hacer. Cada mandato del Señor, nos dice el Evangelio, hay que enseñarlo como es y sin saltarnos uno de los preceptos "menos importantes". Nosotros experimentamos la sabiduría que nos da la meditación de la Sagrada Escritura, con esta consciencia es que debemos enseñar a los demás lo que Dios nos enseña y decir como Moisés "yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor". Cumplir y enseñar su Palabra es lo que el Señor nos pide.

Perdonar de corazón

Hoy el Señor Jesús, en el Evangelio, nos habla del perdón de corazón a los hermanos. Ante la pregunta de Pedro "¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿hasta siete veces?" El Señor responde "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".  Luego explicará más sobre esto con una parábola acerca del rey que quiere arreglar cuentas con sus servidores (Mt 18, 23). Al finalizarla, el Señor dice: "Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos". ¿Cómo perdonar de corazón? En la parábola se le presenta al rey a uno que debía diez mil talentos y como éste no podía pagar el rey manda que se le venda junto con toda su familia, al escuchar la sentencia el servidor "se arrojó a sus pies, diciéndole «Señor, dame un plazo y te pagaré todo». El rey se compadeció , lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda".  Jesús nos presenta una pista sobre cómo debemos vivir e...

Él nos muestra el camino

Definitivamente el Señor es bondadoso y especialmente en este tiempo de cuaresma nos evidencia el amor que nos tiene al mostrarnos siempre el camino al estar extraviados, como lo señala hoy el salmo "muestra el camino a los extraviados". Así es Él con nosotros sus hijos. Y continuando con lo dicho por el salmista "él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres". Entonces al vivir esta experiencia propia del cristiano -que a veces se extravía como la oveja que busca otros caminos- Dios es el que sale al encuentro , como buen pastor, mostrando cuál es el camino que aquél perdido, debe seguir. Esto nos enseña que en medio de esta experiencia lo primero que debemos hacer es buscar su rostro, buscarlo, para pedirle ayuda, pedirle que nos oriente, nos guíe nuevamente hacia su camino. En éste, nos enseña y nos educa para que obremos rectamente.

Corazón contrito y espíritu humillado

Hoy nos encontramos en la primera lectura con una oración de Azarías en el libro de Daniel, él, de pie en medio del fuego tomo la palabra y oró, en esta oración le pide al Señor que no los abandone, que no anule su alianza, que no aparte su misericordia de ellos, recordándole el amor a Abraham, a Isaac y a Israel. Luego reza Azarías: "Hemos llegado a ser pequeños en todas las naciones, y  hoy somos humillados en toda la tierra a causa de nuestros pecados". Así pues lo somos nosotros también en este tiempo, humillados a causa de nuestros propios pecados, pero en la continuación de la plegaria nos topamos con una clave "que nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humillado nos hagan aceptables..." Ante el Señor en este tiempo de cuaresma debemos tener el corazón contrito , adolorido,con pesar por nuestras ofensas hechas a Dios, arrepentido por los pecados que cometemos y vivir en todo lo que hacemos con un espíritu humillado , es decir -en esto segundo- que en ...

Dios apuesta por nosotros

«“Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré, a ver si comienza a dar fruto. Y si no da, la cortas”». Esta es la última línea que escucharemos en el Evangelio de este Domingo de la III del tiempo de cuaresma. Vemos en esta parte de la parábola del viñador, relatada por el Señor Jesús, una apuesta por nosotros, es él quien nos concede tiempo para convertirnos de nuestra mala conducta, es él quien nos da tiempo para escuchar su Palabra y permitir que ella nos interpele. Nos da tiempo. Claramente lo podemos ver cuando se dice en la parábola "déjala todavía este año", cada año pues, por verlo de una manera, resulta ser un tiempo adecuado para que nosotros trabajemos en aquellas cosas que aún no nos dejan aferrarnos a la Cruz de Cristo, cada año debemos dar gracias a Dios por esa oportunidad que nos da. Él se compromete con nosotros. Leemos en la parábola "yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré". No estamos so...