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Que nuestros asuntos no sean juzgados por el mundo

Estando en una comunidad cristiana, ya no es el mundo quien debe juzgar nuestras acciones, pues el mundo juzga con sus criterios, y éstos no son buenos, los miembros de una comunidad cristiana se esfuerzan por juzgar con los criterios dados en el Evangelio por nuestro Señor Jesucristo. Entonces, si es que ya participamos en una parroquia, movimiento, grupo, asociación católica ¿por qué seguir llevando nuestros asuntos al mundo? ¿Acaso queremos escuchar algo que en el fondo nuestro hombre viejo quiere escuchar? llevemos nuestros asuntos a miembros de nuestra comunidad, en ellos encontraremos buenos consejos.

Lo cuestiona San Pablo hoy en  la primera carta que dirige a los corintios (6, 1-11) «Hermanos: Cuando alguno de ustedes tiene algo contra un hermano, ¿cómo se atreve a llevar el asunto ante los tribunales paganos y no ante los hermanos?...» No debemos llevar nuestros asuntos al mundo ni los asuntos de nuestros hermanos. El mundo no juzga con la verdad que viene del Señor.

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