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¿Vivo una fe sin obras?

Habría que ver cómo hacemos cada día para que nuestras actividades espirituales se tornen acción, cómo ése espacio que le dedicamos a Dios para conversar con él se vuelca a la vida ¿Lo hacemos? ¿Lo intentamos? o sencillamente ni siquiera pasa por nuestra mente la posibilidad de hacer este ejercicio.

Santiago hoy nos habla de la fe sin obras, nos dice: "pasa con la fe, si no tiene obras, por sí sola está muerta". Los espacios para vivir nuestra fe están, son los lugares en donde me muevo, sea mi casa, mi trabajo, colegio, universidad, etc. El lugar que frecuento, en donde estoy, es donde debo poner mi fe en acción, y los que están conmigo deben ver que mis esfuerzos por practicar la caridad y vivir la esperanza son fruto de mi vida de fe. Sino como diría Santiago "¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no tiene obras?".

El hombre se santifica no sólo por su fe, sino por sus obras, que es el fruto de la vivencia con intensidad de la fe, naturalmente el encuentro auténtico con el Señor Jesús nos conduce a llevar por obra lo que nos enseña, todo Cristiano debe vivir esta experiencia. Después de un momento de encuentro es bueno ponernos medios concretos que nos ayuden a llevar por obra lo rezado o aprendido del Señor.

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