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"Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran"

El Evangelio de hoy nos dice:
«En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. 
Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. 
¿Entendéis bien todo esto? Ellos le contestaron: "Sí." 
Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo.
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.»
El Señor dice "el reino de los cielos se parece a esta red que echan en el mar y recoge toda clase de peces, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran". Con mucha claridad nos dice que debemos ser de los buenos para poder estar en este reino del cual nos predica en diversas partes de los Evangelios. Ser hombres buenos y mujeres buenas.

Hacer algo malo está más al alcance, en la mayoría de las veces, y como describe San Pablo, muchas veces terminamos haciendo el mal que no queremos hacer, es que sí es más sencillo hacer el mal que hacer el bien, para hacer el bien tenemos que ser personas reverentes, atentos a nuestra propia historia y realidad, y como consecuencia de esto sucederá que nos haremos reverentes con los demás y realizaremos actos de bondad. Implica estar interesados por la realidad de los demás, es decir dejarnos tocar por su existencia, ellos existen, no somos indiferentes a su vida interior, a sus experiencias, a sus necesidades, esto nos hace buenos con los demás, cuando atendemos a lo que nuestros semejantes necesitan. Esto muchas veces también implica soportar las dificultades de falta de reconciliación personal de los demás. Soportarlos, cargarlos, sufriendolos, esto también nos hace buenos, nos forja, nos prepara, al asumir el peso de otros estamos aprendiendo a cargar la Cruz, y en muchas ocasiones ya la comenzamos a llevar.

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