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"Señor, Sálvame"

«Señor, sálvame» le dice Pedro a Jesús al empezar a hundirse debido a que había sentido la fuerza del viento cuando comenzó a caminar sobre el mar. Pedro se da cuenta que es el Señor cuando comienza a caminar sobre las aguas, también sigue consciente que es el Señor cuando el viento se pone fuerte y comienza a hundirse, este momento nos da una enseñanza, que en el seguimiento al llamado del Señor no siempre las cosas van suaves, no siempre todo es tranquilidad, con las aguas calmas, en donde se puede "caminar" tranquilos ante el llamado del Señor quien como a Pedro también nos dice "ven", cuando igualmente nosotros le preguntamos "eres tú Señor".

Entonces el viento se pone fuerte y Pedro grita "sálvame", dice luego el Evangelio de San Mateo que el Señor inmediatamente salió a su encuentro «en seguida Jesús, extendió la mano, lo agarró...» Esta escena también nos enseña que el Señor Jesús está atento a nosotros y nos cuida y a penas le pedimos ayuda sale a nuestro encuentro, en esto, NO debemos perder la fe y la esperanza. Porque Jesucristo es el único que puede amainar el viento, como lo hizo entonces, cuando Pedro le pidió ayuda.

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